Algunas informaciones no contrastadas por nosotros -todo hay que decirlo- apuntan hacia la existencia de una utilización perversa de las nuevas tecnologías en las recientes elecciones italianas. Hemos sabido que en algunas zonas del sur (básicamente Nápoles) se ha dado un salto cualitativo en los mecanismos de fraude y coacción electoral.
Algunos medios de comunicación han señalado que la compra-venta de votos (supuestamente en favor de la coalición pro-Berlusconi) se ha apoyado en la utilización de los teléfonos móviles con cámara de fotos. Así el supuesto "comprador" abonaba la mitad de la promesa económica (entre 15 y 25€) antes de que el "vendedor" accediese al colegio electoral. Una vez dentro éste debía fotografiar con su teléfono móvil la papeleta de votación correctamente marcada para poder así confirmar ante el "comprador" la orientación de su voto y poder cobrar la segunda parte del pago.
¿Alguien puede corroborarlo? Por el bien de todos esperemos que sea sólo un rumor o una leyenda urbana más, pero mucho me temo que no será así. ¿Al final tendremos que colocar arcos de seguridad en los colegios electorales...?
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