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dimecres, 10 de desembre del 2008

Por si faltan argumentos en favor del voto electrónico...

Hoy El Confidencial ha publicado esta notícia. "No comment"
Rubalcaba tira 6,5 millones de euros a la basura en papeletas electorales

El próximo 7 de junio se celebran las elecciones al Parlamento Europeo, que volverán a poner a prueba la tradicional indiferencia del electorado español hacia las instituciones comunitarias y la burocracia de Bruselas. Una apatía que ya quedó sobradamente acreditada en la última convocatoria -en 2004 se alcanzó un histórico récord de abstención que rozó el 55%-, pero que no parece haberse contagiado al Ministerio del Interior, que ya ha iniciado los preparativos para esos comicios.
A falta de seis meses para la votación, y cuando la mayoría de los partidos ni siquiera ha decidido qué candidatos encabezarán sus listas, Alfredo Pérez Rubalcaba se ha puesto manos a la obra, empezando por la impresión de las papeletas electorales, que serán confeccionadas por la empresa que presente la mejor oferta en el concurso convocado por su departamento. Interior ha encargado nada menos que 1.250 millones de papeletas, por las que desembolsará la más que considerable cifra -más aún en tiempos de crisis- de 6,5 millones de euros.
Las cuentas no salen. ¿O es que acaso Rubalcaba cuenta con que todos los españoles con derecho a voto -y los ciudadanos de la UE residentes en España, que también pueden ejercer el sufragio activo- acudirán ese día en masa a las urnas? Nada parece indicar que eso vaya a ocurrir. En las pasadas elecciones europeas, poco más de 15 millones de electores -el 45% del censo- se acercaron a un colegio electoral. Y ni siquiera el hecho de que esa convocatoria se celebrase, más que nunca, en clave de política nacional -sólo tres meses después de la convulsa victoria de José Luis Rodríguez Zapatero-, supuso un revulsivo contra la desidia.
Pero incluso en ese escenario utópico de una participación electoral masiva las cuentas siguen sin salir. En 2004 se contabilizaron 15,4 millones de votos -incluidos los blancos y los nulos-, que fueron emitidos en otros tantos millones de papeletas. Si en 2009 se repitiesen esas cifras, supondría que el 99% de los 1.250 millones de papeletas encargadas por Interior no serían utilizadas. Y, lógicamente, tendrían que ser destruidas. ¿Por qué, entonces, derrochar 6,5 millones de euros en un material del que sólo se aprovechará algo más del 1%?
Legislación electoral
La legislación electoral tampoco aclara el por qué de ese inservible gasto. El Real Decreto 605/1999 sobre regulación complementaria de los procesos electorales, que desarrolla la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, se extiende sobre las características de las urnas, las retribuciones de los miembros de las mesas electorales o el color y forma de las papeletas, pero apenas hace alusión al número de éstas. Tan sólo señala, en su artículo 4, que "en las elecciones al Parlamento Europeo las mesas electorales recibirán de las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno los sobres y papeletas necesarios para la realización de la elección convocada". Pero, ¿acaso son "necesarios" 1.250 millones de papeletas si, en el mejor de los escenarios de participación, sólo se utilizarán 20 ó 25 millones?
La explicación es tan ilógica como absurda, a juzgar por los cálculos efectuados por Interior y plasmados en el documento de convocatoria del concurso. La Dirección General de Política Interior, responsable de todo el proceso, prevé que a las europeas de 2009 se presentarán 35 candidaturas de otras tantas formaciones políticas -en 2004 fueron 31-, y que el censo electoral ascenderá a 35,8 millones de ciudadanos. A partir de ahí, las cuentas se vuelven tan simples como surrealistas: Interior multiplica 35 (candidaturas) por 35.800.000 (electores), y el resultado es, en efecto, 1.250 millones (de papeletas).
Pero ese cálculo revela un razonamiento esquizofrénico: que los casi 36 millones de españoles con derecho a voto, sin excepción, podrían dar su apoyo a una candidatura tan marginal como el Partido Carlista, que en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo obtuvo 1.389 votos en toda España; o que todos y cada uno de esos electores podrían votar al Partido de los Parados, que logró 4.700 votos; o al Partido por la Legalización del Cannabis, que consiguió un puñado más; o a cualquiera de las 19 candidaturas que ni siquiera alcanzaron el umbral de las 10.000 papeletas; o incluso al PSOE o al PP, que sumaron, entre ambos, 13 millones de votos. Así que, para curarse en salud y anticiparse a esa locura electoral colectiva, Interior encargará 35,8 millones de papeletas de cada una de las candidaturas. Simple, pero disparatado. Y muy caro.

diumenge, 9 de març del 2008

Curiosidades electorales

Entre el listado de formaciones que concurren a las elecciones legislativas de hoy domingo hay algunas curiosidades que, básicamente, comparten una característica común: casi todas las formaciones políticas referenciadas se definen como "no ideológicas". Además, en un caso apelan a la utilización de las TICs como vehículo real de actuación política. Cuando menos vale la pena visitarlas.
  • AVE (Asamblea de Votación Electrónica): Web Vídeo
  • PNF (Partido de los No-Fumadores) Web Vídeo
  • PDLPEA (Partido de los Pensionistas En Acción) Web
  • PPCr (Partido Positivista Cristiano) Web
  • AMD (Alternativa Motor y Deporte) Web Vídeo

dijous, 6 de març del 2008

¿Ciberfronteras?


Una de las ansias que la humanidad ha tenido, tiene y tendrá es la de controlar todo lo que concierne a la vida humana. Controlar el tiempo, controlar el clima, controlar las relaciones sociales, absolutamente todo y, obviamente, los procesos electorales no son ajenos a este deseo de control. Hace unos años, en Francia, apareció un debate especialmente relevante en los términos de esta pretensión humana de ejercer el control de los elementos más allá de las nuevas posibilidades que ofrecen las TICs. El debate se suscitó cuando una publicación belga (si no me falla la memoria, que es posible) publicó en su versión digital sondeos electorales durante el período en que en el país galo la legislación del ramo prohibía su difusión.

Ni que decir tiene que inmediatamente algunos de los mass-media tradicionales ofrecieron en sus informaciones dichos datos, por lo que la polémica estalló en grandes proporciones. ¿Pueden los medios reflejar, como informaciones, datos como los citados generados y hechos públicos fuera de la jurisdicción del estado? La difusión de estos datos en el extranjero, ¿atenta realmente contra las condiciones de la competencia electoral?... y así podríamos seguir.
El caso es que esta experiencia, paradigmática en lo que al impacto de las TICs en el proceso político se refiere, puede enfrentarse desde dos grandes posiciones: aquella que persiste en el intento de poner barreras al campo, al cibercampo en este caso (tarea árdua e imposible donde las haya), y aquella que asume la inevitabilidad de los cambios que conlleva la creciente presencia y relevancia de las TICs, de forma que pasan a suprimirse o modificarse aquellas normas jurídicas que, por obsoletas, no responden ya a la voluntad (ni al contexto) con la que fueron adoptadas.
Pues bien, esta situación acaba de presentarse en toda su intensidad en la actual campaña electoral española. La filial andorrana de El Periódico ha lanzado un órdago a la actual prohibición de difusión de sondeos vigente durante la última semana de la campaña electoral. [Editorial de El Periódico] Además del debate jurídico-político que ello supondrá (y que esperemos que concluya con la reforma de las disposiciones de la LOREG al respecto y del resto de ordenamientos jurídico-electorales autonómicos) lo cierto es que se convierte en una excelente oportunidad para reflexionar sobre el calado real de las TICs en los procesos políticos. Una posible pregunta sería, ¿estamos realmente dispuestos a aceptar las nuevas realidades que acompañan la implementación de las TICs? La respuesta deberá tener, obviamente, un fuerte contenido de coherencia entre lo que se diga y lo que se haga, ¿o no?

divendres, 1 de juny del 2007

Sin comentarios

Mejor no hacer comentarios, sino que cada cual entienda lo que le parezca.

"El PP gana la Diputación tras corregirse un error informático en la suma de votos"
Diario de León, 1 de junio.

dijous, 10 de maig del 2007

Entrevista en Propolis

Os invito a leer la entrevista que Carlos Guadián y Roc Fagès me hicieron para PrópolisClub y que ha aparecido hoy en esta excelente web sobre nuevas tecnologías y más.
También de vez en cuando apetece algo de "autobombo", eh? :D

dijous, 8 de febrer del 2007

E-voto en la Junta de Accionistas de Endesa

Endesa ha hecho pública la convocatoria de su Junta General Extraordinaria de Accionistas (véase, entre otros, La Vanguardia de hoy, páginas 76-77). Dejando de lado el contexto económico, nuestro interés se sitúa en la posibilidad que brinda a sus accionistas (como otras compañías) para expresar y/o delegar su voto mediante procedimientos electrónicos.
En cuanto a "la emisión del voto a distancia" se señala como requisitos que el accionista disponga de firma electrónica reconocida o avanzada, cuyo certificado haya sido emitido por la Autoridad Pública de Certificación Española (CERES) dependiente de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Asimismo podrá utilizarse también el DNI electrónico (eDNI), para lo cual en ambos casos deberá accederse a la web de endesa, en su apartado de voto y delegación a distancia.
Más allá de otros detalles menores, lo interesante es la normalidad con que se asume la utilización de las NTICs en un ámbito tan relevante como es el empresarial. Aunque sería altamente interesante contar con más datos sobre su funcionamiento y la aceptación/valoración de estos procesos, lo interesante es la disonancia con la que discurren el mundo empresarial y económico y el mundo político. Asumiendo las diferencias existentes entre ambos, no es menos cierto que el entorno económico se sitúa muy por delante del político, donde ni siquiera existen proyectos serios en nuestro país para facilitar el voto remoto a aquellos conciudadanos residentes en el extranjero, a quienes seguimos confinando a la utilización -a menudo costosa y terriblemente lenta- del voto postal. ¿Algo podemos aprender de estos ejemplos, verdad?