dilluns, 13 de juny del 2005

Una sorpresa con el voto electrónico gallego

Parece ser, y sólo apunto a un rumor no confirmado aún pero que mucho me temo sea cierto, que la prueba piloto de voto electrónico a celebrar en Santiago de Compostela por parte de Indra ya tiene ubicación: El Corte Inglés en Santiago de Compostela.
Estoy convencido que estáis experimentando las reacciones que yo ya he sufrido al enterarme de la notícia: primero risa compulsiva (ya es el voto electrónico en el corte inglés... y tal...) ; una segunda etapa de incredulidad (¡¡¡pero cómo es posible que lo vayan a poner ahí!!!); una tercera de molestia (¡¡¡vaya falta de seriedad!!!) y una cuarta de grave preocupación.
En la etapa de preocupación grave -repito, de confirmarse este rumor- el tema está en cómo entender que una empresa privada -ajena a cualquier control político democrático; por ejemplo la JEC no creo que vaya a entender de lo que pueda suceder dentro del recinto de un centro comercial, por ejemplo...- vaya a ser la receptora de una iniciativa participación política como la prueba piloto de voto electrónico.
Es increíble, ya lo sé. Al final el concepto de desafección democrática tan bien elaborado por colegas politólogos (véase por ejemplo los excelentes trabajos de Mariano Torcal) va a tener que trocarse en algo parecido a "conversión mercantil" para así poder explicar el comportamiento ciudadano. ¿Es que aquellos que quieran participar deberán lucir un modelo de "ya es verano en el corte inglés"? ¿Cuál será el próximo desatino de los organizadores de estas pruebas? ¿Ubicar la urna en una sala de fiestas?
La lástima de todo esto -puesto que por ahora os prometo que no soy capaz de atinar a verle razón lógica alguna a dicha decisión- es que terminaremos banalizando y trivializando un proceso de mejora democrática como éste. Cada vez voy tomando más consciencia que algunos parecen estar interesados en el fracaso de dicho proceso, toda vez que su actuación -prueba tras prueba o votación tras votación- se acerca cada vez más poderosamente a una burda parodia democrática digna de los mejores gags de Mr. Bean.
Por favor, ¿alguna explicación plausible?

1 comentari:

Roberto Iza Valdés ha dit...
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